Actualizado noviembre 8, 2018
El cuerpo humano es una máquina sumamente compleja, con gran cantidad de sistemas, estructuras y funciones que el hombre ha desarrollado para su mejor estudio. A continuación te hablaremos del sistema excretor: partes y funciones.
Sistema excretor: partes y funciones
El sistema excretor está encargado de eliminar del cuerpo todos los sobrantes metabólicos producidos por la actividad celular. Estamos hablando de sustancias químicas, dióxido de carbono y el excedente de agua y calor (no hablamos de la materia fecal, ya que la misma es parte del sistema digestivo). Por lo tanto, aquí nos referimos a un complejo de estructuras especializadas como órganos, capilares, venas, arterias, etc, encargadas de complejos procesos.
Es importante saber que las células de todo el cuerpo necesitas supervivir y para ello utilizan la comida y bebida que ingerimos diariamente. Es necesario para cumplir con las funciones vitales, en un proceso donde acaecen transformaciones a nivel material y energético, que general compuestos nitrogenados, sales, dióxido de carbono, agua y calor; en definitiva, excedentes que no requiere ya el cuerpo.
Hablamos de una cantidad de desechos o desperdicios que genera el mismo cuerpo humano, que deben ser expelidos para la salubridad de todo el sistema. Ningún ser vivo, y esa es una premisa primordial, sea unicelular o pluricelular, perdura en el existir conservando sus propias sustancias sobrantes, de forma que son eliminadas de las células, pasando por fluidos que rodean y luego a la sangre (posteriormente, siguen otras vías también, que detallaremos).
A continuación hablaremos de las partes del sistema excretor y sus funciones.
Los riñones
Estamos hablando aquí del principal organismo del sistema excretor, el cual elimina tres cuartas partes de los desechos de la sangre, concentrados en la orina que es expulsada del cuerpo ocasionalmente. Los riñones son dos, con forma de judía, ligeramente un poco más pequeños que el corazón y ubicados en la zona abdominal, estrictamente en la parte supero-posterior (de ahí que frecuentemente un dolor punzante en esa zona, no sea un problema de cintura, sino que puede ser de estas vísceras). Asimismo, estas dos estructuras anatómicas reciben sangre en gran cantidad (hasta 20 veces por cada hora), a través de dos arterias que se ramifican directamente desde la aorta.
¿Y existe alguna diferencia de funcionalidad entre los dos riñones? No, en rigor de verdad realizan el mismo trabajo, ayudado por la arteria renal que transporta la sangre a aquellos, que se introduce por medio de ramificaciones pequeñas, capilares denominados glomérulos y en estructuras microscópicas, finalmente, bautizadas como nefronas. Las nefronas deben ser consideradas la unidad básica funcional del riñón, encargada de purificar la sangre (filtra, absorbiendo lo indispensable; excretando lo innecesario). Se piensa que hay cerca de un millón de nefronas en cada riñón, conformadas con túbulos que en medirían unos 80 kilómetros.
Más de la mitad de la sangre es plasma, que es casi en su totalidad agua y un quinto de esta atraviesa, por presión, las paredes de los riñones ingresando a sus capilares. Ahora bien: en el plasma coexisten tanto sustancias de desecho como vitales. Las últimas regresan a los capilares y vuelven a la sangre; las descartables quedan en las nefronas, lo que posteriormente será la orina (agua y exceso de sustancias de actividades celulares).
La orina, finalmente, fluye a través de canales de mayor tamaño hasta llegar a la cavidad central del riñón, que conecta con los uréteres, estructuras tubulares que transportar la orina fuera del riñón hacia la denominada vejiga (órgano muscular hueco que se expande a medida que se llena de orina). Todo culmina en la uretra, sitio en el que se elimina periódicamente la orina, controlada por los músculos esfínteres.
Uréter
El uréter es el canal por el que se traslada la orina desde los riñones hasta la vejiga a través de movimientos peristálticos. Hablamos de dos conductos que inician en la pelvis renal y terminan en la vejiga. Una patología muy normal de esta estructura anatómica es el cólico nefrítico, que es cuando estos conductos se obstruyen por cálculos. A pesar de tener pliegues longitudinales y una pared más o menos gruesa muscular, el uréter puede distenderse. Su recorrido en total puede dividirse en: porción abdominal, sacroilíaca, pélvica y vesical.
Vejiga urinaria
Situada en la pelvis, justo debajo del pubis, estamos hablando de un órgano muscular hueco cuya funcionalidad es la retención de la orina hasta su ulterior expulsión. Es un saco integrado a partir de tres paredes de músculo liso, en el nacimiento está el trigono, una base posterior en forma de triángulo donde se introducen los dos uréteres y en el vértice tenemos la entrada de la uretra. La máxima capacidad de la vejiga estriba, en casos de retención aguda, de 2 a 3 litros. Sin embargo, la necesidad fisiológica de orinar eclosiona a los 250 a 300 centímetros cúbicos.
Uretra
La uretra, que no es el uréter, es el conducto tubular por donde la vejiga expulsa la orina a través de la micción, que es el propio acto de orinar. La uretra va desde la vejiga hasta el meato urinario externo. En el caso de las mujeres, tiene una longitud que va desde 2,5 a 4 centímetros y el meato está en el vestíbulo de la vulva, delante de la apertura vaginal. En cambio, en el hombre, la uretra es más larga porque tiene un recorrido que pasa por la próstata hasta llegar al pene y el meato está en la punta del glande.
En definitiva, tanto la uretra como el uréter tienen la funcionalidad de trasladar orina, aunque una diferencia en su recorrido. La orina, finalmente, es una sustancia amarilla compuesta por agua y urea, ácido úrico, creatinina, entre otras.
Otras vías excretoras
La piel
Como la sangre circula por la piel, las glándulas sudoríparas también eliminan desechos. La transpiración, ergo, es la excreción de productos de desecho a través de los poros de la piel. La sudoración en un 99 por ciento está compuesta por sustancias de desecho, similares a las que hallamos en la orina. Las glándulas sudoríparas absorben agua de la sangre y la expulsan a través de la piel, de su superficie. Este proceso es una forma de deshacerse del exceso de calor, que en definitiva también es un residuo innecesario para el organismo humano (si la temperatura de la sangre se eleva, las glándulas excretan más agua). Luego, la sudoración se evapora, el cuerpo se enfría y los desperdicios del cuerpo quedan fuera del mismo.
Los pulmones
Pero hay otra vía para que el cuerpo excrete desperdicios, si los mismos no son expulsados tanto por los riñones como por la piel. Sí, esa vía son los mismos pulmones. La respiración libera agua en el cuerpo, porque tienen que estar húmedos los pulmones para poder eliminar el dióxido de carbono, unas de las principales funciones del órgano. La arteria pulmonar es la que trae sangre desde el corazón a la zona, rica en dióxido de carbono. Esta arteria es la que se divide en vasos cada vez más pequeños hasta que los capilares entran en contacto con los alvéolos, sacos pequeños que componen los pulmones. Y es justamente el dióxido de carbono el que los atraviesa y con la exhalación el aire atraviesa conductos bronquiales, tráquea, nariz y boca, hasta el exterior. Así otro producto de desecho es excretado del cuerpo.
El hígado
Las células del cuerpo pueden producir sustancias químicas no solo desechables, sino altamente venenosas, como por ejemplo el amoníaco. En ese sentido, el hígado sirve como órgano de excreción, ya que convierte esta sustancia en urea, que es menos dañina. Esta pasa por la sangre y es expulsada a por medio de los riñones.
Sin embargo, hay que saber que no todo se reduce a desechos por reacciones químicas, sino también por desgaste de las mismas células. Por ejemplo, cuando los glóbulos rojos mueren, el hígado descompone la hemoglobina en ellos para su reutilización, mientras que los glóbulos muertos son reemplazados por flamantes células producidas por la médula ósea. Las sustancias químicas producidas en este proceso de ruptura realizado por el hígado son eliminadas por los intestinos ( a través de ellos se expulsan gran cantidad de materia no utilizable por el organismo; una vía excretora del sistema digestivo).