Actualizado julio 9, 2020
Los niños pueden amar los relatos a partir de la poesía, esa que introduce con diversión, ternura y talento a distintos tipos de relatos. A continuación, por lo tanto, presentamos hermosos 25 poemas cortos y bellos para niños con autor.
Los mejores poemas cortos para niños
1- Soneto de repente (Lope de Vega)
Un soneto me manda hacer Violante;
en mi vida me he visto en tal aprieto,
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van las tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que no me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo y aún sospecho
que estoy los rece versos acabando:
cantad si son catorce y está hecho.
2- Una rosa blanca (José Martí)
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazon con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
3- Todo es ronda (Gabriela Mistral)
Los astros son ronda de niños.
Jugando a la tierra espiar.
Los trigos son talles de niñas,
jugando a ondular, ondular.
Los ríos son rodas de niños,
jugando a encontrarse en el mar.
Las olas son rondas de niñas,
jugando la tierra a abrazar.
4- Así es (María Elena Walsh)
El cielo es de cielo,
la nube es de tiza.
La cara del sapo
me da mucha risa.
La luna es de queso
y el sol es de sol.
la cara del sapo
me da mucha tos.
5- Canción de sarampión (Elsa Bornemann)
¡Ay! ¡Qué desesperación!
¡Mi pulpo con sarampión!
Sus tentáculos rosados
aparecieron punteados
con manchitas coloradas,
circulares y ovaladas.
Lo encontré muy afiebrado,
inmóvil y acurrucado
en una esquina del mar.
Llamé urgente al Calamar
por teléfono marino,
pues es el doctor más fino
inteligente y capaz
que se haya visto jamás.
Tan pronto el doctor llegó,
a mi pulpo revisó.
Lo puso en una pecera,
lo acomodó en la heladera,
hasta que en un ratito
la fiebre se hizo cubitos.
Entonces lo retiró
y en su cuna lo abrigó
mientras que- con una aleta-
escribía la receta:
«Comprimidos de corvina
e inyecciones de sardina
y para el fuerte catarro
unos fomentos de barro».
Ha pasado una semana
y ya mi pulpo se sana
mas- ¡oh, desgracia espantosa!-
su enfermedad contagiosa
se ha transmitido en el mar
y ahora puedo observar
los cangrejos con puntitos,
afiebrados cornalitos,
la ballena acatarrada
y las langostas manchadas.
6- A una nariz (Francisco de Quevedo)
Érase un hombre a una nariz pegado
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
7- Pegasos, lindos pegasos (Antonio Machado)
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
8- Apegadode mí (Gabriela Mistral)
Velloncito de mi carne
que en mis entrañas tejí,
velloncito tembloroso,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trigo
escuchándola latir.
No te turbes por aliento,
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo hasta al dormir,
no resbales de mi pecho,
¡duermete apegado a mí!
9- Boda de flores (José A. del Rosal)
Aquella rosita,
nacida en abril,
quería casarse
en un alhelí.
Irá de padrino
su tío el jazmín,
e irán a la boda
claveles cien mil.
Vestidos de blanco,
verde y carmesí,
la rosa se casa
con el alhelí.
10- De día y de noche (autor desconocido)
Cuando es de día,
brilla mucho el sol
todo lo alumbra
y nos da calor.
Luego, poco a poco
se va escondiendo
y cuando es muy tarde
se quedan durmiendo.
Entonces la luna
cumple su deseo
llama a las estrella
y se van de paseo.
Poemas cortos y bonitos de animales
11- Mariposa del aire (Federico García Lorca)
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí ahí!
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
12- Los ratones revoltosos (María Alonso Santamaría)
Dentro de su ratonera
dos ratones revoltosos,
ven al gato adormilado
que está cerrando los ojos.
Cada uno por un lado,
le están tirando del rabo,
el gato que se ha dado cuenta
pero se hace el despistado.
Le tiran de las orejas,
le dan pequeños mordiscos,
el gato con gran paciencia
las mueve a modo de aviso.
Le han cogido los bigotes
le están haciendo cosquillas,
el gato mueve el hocico
y en su boca un ratón pilla.
El otro se vuelve loco,
grita dando grandes saltos:
«Suelta a mi amigo ratón
que sólo estamos jugando».
El gato de buen humor,
riéndose a carcajadas,
saca el ratón de su boca
después le sopla a la cara.
Huyendo a la ratonera,
los dos corriendo se han ido,
el gato cierra los ojos
y se duerme divertido.
13- Nana de la tortuga (Rafael Alberti)
Verde, lenta, la tortuga
¡Ya se comió el perejil,
la hojita de la lechuga!
¡Al agua, que el baño está rebosando!
¡Al agua, pato!
Y sí que nos gusta a mí y al niño
ver la tortuga, tontita,
sola y nadando.
14- Canción de la hormiga- (Carlos Marianidis)
Con lo frágil que soy,
tierna y pequeña,
de a poco llevaré
toda esta leña.
El invierno será
ventoso y frío;
por eso vengo y voy
por piedra y por río.
Cuando empiece a llover
tendré todo hecho
y cantaré feliz
bajo el helecho.
15- El gato (autor desconocido)
El gato sin botas
de puro goloso
amaneció enfermo
de un mal doloroso.
La gata afligida
no duda el motivo
de alguna comida
o de un salto furtivo.
El gato asustado
confiesa su culpa
devoró confiado
cinco ratas juntas.
16- El mar y el vuelo de la mariposa (autor desconocido)
Antes el mar era gris,
ha cambiado de color
porque las nubes se han ido
y ha vuelto a salir el sol.
Ahora el mar es azul,
tan azul como es el cielo,
por eso la mariposa
inicia feliz su vuelo.
17- La hormiga y la rama seca (autor desconocido)
Una rama seca llora
piensa que no vale nada,
pero una hormiga a su sombra
le dice que está encantada.
Que si hace mucho calor…
Con su amigo caracol
siempre van en busca de ella
y aunque está seca y mayor
sigue siendo hermosa y bella.
18- La ardilla descarada (autor desconocido)
Ha bajado de las rocas
una ardilla hasta mi lado,
ha jugado alrededor,
y a saltitos se ha acercado.
Algo he visto que ha comido,
con descaro me ha mirado,
ha mordido mi chaqueta,
y de nuevo se ha marchado
¡Y temor no me ha demostrado!
19- Balada del caracol negro (Federico García Lorca)
Los niños sentados
escuchan un cuento:
el río traía
coronas de viento
y una gran serpiente
desde un tronco viejo
miraba las nubes
redondas de cielo.
Niño mío chico
¿dónde estás?
Te siento
en el corazón
y no es verdad.
Lejos esperas que yo saque
tu alma del silencio.
Caracoles grandes,
caracoles negros.
20- Lorito Real (Manuel Felipe Rugeles)
¡Ay mi lorito,
lorito real!
¡Ay mi lorito!
Vamos a hablar
mas no de España
ni de Portugal.
¡Cuántas palabras
repites ya
con increíble facilidad!
El vecindario quiere escuchar
tu repertorio de no acabar
¡Qué forma tienes
de charlatán!
Otros te quieren
oír cantar
La paraulata
y el cardenal
y la paloma
del palomar.
La abeja rubia
del colmenar
el pino verde
y el naranjal
¡Ay mi lorito!
¡Qué verde estás!
Poemas cortos para niños con rima
21- Cómo se dibuja un niño (Gloria Fuertes )
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo,
que esté comiendo un barquillo;
muchas pecas en la cara que se note que es un pillo;
Continuemos el dibujo: redonda cara de queso.
Como es un niño de moda, bebe jarabe con soda.
Lleva pantalón vaquero con un hermoso agujero;
camiseta americana y una gorrita de pana.
Las botas de futbolista, porque chutando es artista.
Se ríe continuamente, porque es muy inteligente.
Debajo del brazo un cuento por eso está tan contento.
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
22- La plaza tiene una torre (Antonio Machado)
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero,
¡quién sabe por qué pasó!
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.
23- Manuelita la tortuga (María Elena Walsh)
Manuelita vivía en Pehuajó
pero un día se marchó.
Nadie supo bien por qué
a Paris ella se fue
un poquito caminando
y otro poquitito a pie.
Manuelita, Manuelita,
Manuelita dónde vas con tu traje de malaquita
y tu paso tan audaz.
Manuelita una vez se enamoró
de un tortugo que pasó.
Dijo: ¿Qué podré yo hacer?
Vieja no me va a querer,
en Europa y con paciencia
me podrán embellecer.
En la tintorería de París
la pintaron con barniz.
La placharon en francés
del derecho y del revés.
Le pusieron peluquita
y botines en los pies. Tantos años tardo en cruzar
el mar que allí se volvió a arrugar
y por eso regresó vieja como se marchó
a buscar a su tortugo que la espera en Pehuajó.
24- Bailaba la niña alegre (Almudena Orellana Palomares)
Bailaba la niña alegre
en una noche estrellada.
Movíase al son del aire,
bajo la luna de plata.
¡Cómo bailaba la niña!
¡Cómo la niña bailaba!
Con ojos como dos faros
y finas pestañas bordadas.
Con el corazón muy blanco
y mariposas en el alma.
Danzaba la alegre niña
bajo la noche estrellada.
Cómo bailaba la niña,
cómo la niña bailaba.
25- La semilla dorada (Nilda Zamataro)
En su camita de tierra
descansaba la semilla dorada,
algunas gotitas de la lluvia
entraron a despertarla.
El sol se acercó un poquito
y le regaló su calor,
la semilla rompió su traje,
hizo fuerza y se estiró.
Se asomo muy curiosa
y el mundo descubrió.
Así la semilla dorada
en planta se convirtió.