Contaminación del agua

Actualizado marzo 6, 2017

A veces hay ecuaciones que son sencillas, pensamientos que vienen con rapidez y conclusiones que llegan con suma celeridad. Desgraciadamente (no usamos en vano ese adverbio) eso pasa con la contaminación del agua. Un planeta abundante en este líquido, una necesidad vital para los seres humanos respecto al agua y; sin embargo, una tendencia abusiva a la contaminación que nos lleva a pensar en soluciones y auténticos accionares. Te presentamos un excelente artículo para que te instruyas al respecto: contaminación del agua, una verdad que duele.

Motivos de la contaminación del agua

Cierto filosofo en algún momento del siglo pasado graficó a la humanidad como esa especie que luego de hacer su enorme guarida de chocolate se la comería a precio de que se le cayera encima. Puede ser una metáfora un tanto tonta, aunque hay una gran verdad: al hombre se le esfuma la capacidad de control de sus propias energías productivas y destructivas.

Y en ese sentido, el mejor ejemplo es el agua: sustancia vital para la vida, para nosotros en tanto especie, para procesos alimenticios, médicos, productivos y sin embargo la contaminamos sin cesar, muchas veces producto de los últimos procesos descritos. Es triste ver cómo el devenir y el porvenir no dejan de ser lóbregos por una actitud que no se cambia, por un sempiterno proceso que parece tener fin solo con el deterioro o la culminación de la especie.

¿Como se puede desarrollar la principal fuente de bienestar y salud de casi todos los seres vivos del planeta si no hacemos más que dañarla? Por eso, como nunca, hablamos de un verdadero imperativo categórico: se debe cuidar este recurso, que por ahora sigue siendo finito y limitado, aunque a muchos les parezca abundante por la simple presencia de profusos mares. Eso es una falacia: las fuentes de agua dulce son escasas y los procesos para extraer sal siguen siendo muy costosos.

Principales contaminantes

A veces los problemas se inundan de abstracción. Son lejanos, no nos afectan y eso ya es mucho. En todo caso, si pensamos, tendremos alguna respuesta cuando la realidad se ponga un poco más fea, para hablar de modo prosaico. Pero vamos a emplazar una cifra, para que la dimensión de todo sea un poco más asequible: alrededor de cinco millones de personas mueren en el mundo por beber agua contaminada.

Algo que tendría que poner los pelos de punta de cualquier persona, ya que en la mayoría de los casos las víctimas proliferan de condiciones paupérrimas económicas. Es decir, la gente en situaciones de extrema vulnerabilidad social caen en esta categoría. Realidad que coloca al continente africano como el más perjudicado por semejante flagelo.

Los contaminantes principales, sin pormenorizar aún, se ligan a desechos industriales, pesticidas, derrames de petróleo y, aunque no se crea, el aumento de las temperaturas de las aguas. Seguramente lo último suscitó alguna que otra zozobra. Pero sí, realmente los cambios de clima alteran los ecosistemas, ergo, la composición del agua se modifica también.

Fuentes de contaminación puntuales

A la hora de hablar de una fuente de contaminación puntual, enseguida viene a nuestra cabeza todo lo que es industrial/doméstico y, por lo tanto, residual. Tenemos las imágenes grabadas de esos enormes desagües expeliendo sustancias de color dudosos y llenando de putrefacción a todo lo que rodea. Papel, jabón, detergentes, plásticos, aluminios, orina y heces forman una inextricable mezcla peligrosa.

Pero la realidad se pone un poco más peligrosa si hablamos de residuos industriales, muchas veces emplazados en aguas sin ningún trato especial ni mucho menos. Así como lo doméstico es variado y pusimos algunos ejemplos, lo industrial va a depender de los procesos que conlleven determinados productos. Los metales pesados están asociados a todo lo que es minería y fundición; las sustancias radiactivas con terminales nucleares; o los insecticidas verbigracia con la química. Enemigos puntuales que sin el correcto trato y conciencia social por parte del hombre pueden acarrear terribles consecuencias.

Fuentes de contaminación no puntuales

Ahora vamos a hablar un poco de fuentes de contaminación no puntuales ¿Pero qué es eso? Semejante categoría se refiere a focos de infección, por llamarlos de una manera, que por su multiplicidad y gran escala no se reducen a un sitio específico. Suele encontrarse esta caratula también con el vocablo de difuso. En ese sentido, todo lo que se refiera a chimeneas o caños de escape en relación a la contaminación del aire son fuentes no puntuales. En el caso del agua, cuestión que nos compete, el mejor ejemplo son las escorrentías tanto agrícolas como urbanas. Una escorrentía en un flujo de agua, que en su mismo devenir, arrastra múltiples sedimentos y, a veces, condimentos infecciosos como por ejemplo insecticidas, pesticidas o desechos de todo tipo.

Posiblemente las fuentes de contaminación no puntual sean uno de los grandes entuertos de la humanidad. Porque justamente es su difusión, su amplitud, la que hace tan difícil el combate, además de que en la mayoría de los casos hablamos de prácticas tan inveteradas que son casi imposibles de erradicar. Cavilemos en toda la contaminación que generan los líquidos que segregan playas de estacionamiento, autopistas, campos y eso termina en ríos, sino en mares luego de atravesar sinuosos meandros. Un problema de preocupación, sin lugar a dudas.

Definición de contaminación

Sucede que en ocasiones damos por hecho definiciones, realidades o coyunturas. Están tan naturalizadas que consideramos baladí dar alguna explicación, siquiera para dar cuenta de conocimientos al respecto. Sí, eso, es eso. Una respuesta bastante tautológica. La idea de contaminación cae bajo esa categoría, aunque en rigor de verdad la resolución del entuerto sea muy fácil.

Según la Organización Mundial de la Salud, el agua está contaminada cuando de tan alterada su composición hace imposible su consumo, la cual se da sólo en condiciones naturales. Ya lo dijimos anteriormente: el agua contaminada es literal muerte o enfermedades graves, dependiendo de los tóxicos y sustancias infecciosas que posea. Y al ser el principal recurso para la vida planetaria, todo adquiere un cariz más preocupante e imperioso en cuanto cambio de actitud.

Tipos de contaminación

Existen distintos tipos de contaminación, y para estos fines de tomar conciencia nosotros te lo explicamos. Porque si nos atiborramos de saberes abstractos que poco tienen que ver con las peligrosidades de la vida un poco cómplices de todo somos. El cambio ocurre con una gran modificación en el se humano, por más que muchas veces se quiere encontrar al antagonista en las grandes empresas y los popes capitalistas. No está mal hacerlo, aunque soslayamos cuestiones vitales, que hablan de propias responsabilidades. Asumirlas siempre es un primer paso.

Es que a veces funciona una especie de mala conciencia: si yo no lo hago, alguien lo hará. Esa es nuestra principia. Pero la verdadera reflexión, la seria y comprometida, debería ser la siguiente: lo debo hacer, porque todos lo hacen. Pensarme a mí, en definitiva, como actor fundamental, por lo menos en mi mundo.

  Contaminación de sedimentos

Hay que comenzar a erradicar ciertos errores en cuanto a la contaminación. Esta no solo es la alteración de una composición en el sentido de añadir algo infeccioso o externo a lo contaminado, sino también una modificación en las cantidades de determinadas propiedades.Los sedimentos, por ejemplo, sean limo, grava, arcilla y tantos más pueden verse modificados muchas veces por elementos que ya contienen, aunque se rompen su correcta disposición.

A lo anterior, siguiendo el mismo tópico, hay que añadir que muchos de los contaminantes no son solubles al agua, y si tienen afinidad por partículas, haciendo que se adosen a los fondos o sedimentos, por ejemplo el marino.  Y a eso, que ya es complejo, decimos que incluso la alteración del ambiente acuático (aumento del Ph o el oxígeno) puede colaborar en el transporte de los mismos elementos contaminantes. El mercurio y el plomo suelen ser los protagonistas en la contaminación de sedimentos, y los desagües ayudan a ello.

  Contaminación biológica

La definición de contaminación biológica es muy sencilla y la que más nos debe importar. Su nombre mismo ya lo indica: es la producida por el mismo hombre. Hablamos más que nada de los residuos del hombre (desde detergentes hasta materia fecal) y de los animales.  Es decir, son desechos que son muy propios, que no los vislumbramos tan lejano como un exceso de magnesio.

En ese sentido, al ser tan cercano, debe atenderse con cierta premura o, por lo menos, el alcance habla de una modificación que estaría bien de realizar. Las consecuencias dependen mucho de nuestro accionar. Porque es diáfano que no se domina las resoluciones y los efluvios de esa gran compañía de cualquier rincón del mundo, pero sí lo que provocamos por nuestra cuenta. Un cambio en la forma de ver las cosas, un auténtico trastorno del espíritu aquí se necesitan más que nada.

  Contaminación térmica

Ya hablamos, a vuelo de pájaro, un poco de esta clase de contaminación. Al igual que la anterior, su nombre ya denota cierta significación: es la contaminación producida por ascensos o descensos de la temperatura en determinado ambiente. Aunque puede ocurrir de modo natural, lamentablemente el hombre tiene mucho que ver siempre en este proceso con grandes y graves consecuencias.

Pensemos en una gran instalación que para llevar adelante sus productos, además de sustancias peligrosas, produzcan mucho calor. Como el aire es negativo a la hora de difuminar altas temperaturas (hay contaminación igual de este tipo), suele elegirse el agua como un refrigerante. Muchas industrias químicas están cercanas a ríos, lagunas enormes o mares. Pero llevar esa temperatura acarrea cambios terribles en el agua: modifica su ecosistema, puede generar una disminución en el oxígeno de agua, el aumento de algas dañinas para el sitio o, sencillamente, el diseminar de agentes patógenos.

Así que estamos ante otro sustantivo flagelo que merece la atención. Porque suele decirse que la ignorancia mata. Bueno: en estos casos nunca pudo ser más cierto. La información sirve, querido lector.

  Contaminación química

La contaminación química se refiere a justamente el proceso de ese nombre producto de la introducción de un agente externo y patógeno o infeccioso. Pueden ser productos o elementos orgánicos, inorgánicos, naturales o sintéticos. Además de ello, sus estados van desde el gaseoso hasta el sólido o líquido. Pensemos en los combustibles, en sustancias que por agrupación de partículas adquieren rasgos de dureza o sólidos, tanto como humos del tipo que sean. Hacerse una idea plena de la cuestión no viene nada mal, querido lector.

Y los químicos, aunque dependan de su naturaleza, pueden conllevar terribles consecuencias al ecosistema, además del hombre y cualquier tipo de ser vivo. Problemas de respiración, en la piel, en la visión hasta a nivel fecundidad y descendientes son buenos ejemplos.

Desde cuándo se produce la contaminación del agua

En estos procesos tan complejos es difícil poner una fecha de inicio, algo que sin lugar a dudas desquicia a las mentes asiduas a las matemáticas exactas. El mundo humano y su actividad pertenece a la historia, por ende se hablan de momentos un tanto más desdibujados.

La contaminación es humana o natural. Si, aunque no se crea el exceso de mercurio del planeta en ciertas zonas daña ambientes, aunque el rasgo de lo que es natural es distinto. Y es diferente porque su nivel es más bajo y se desarrolla en áreas concentradas, con escasos seres vivos, todos adaptados a condiciones extremas. En cambio, el ser humano a creado una época de multiplicidad contaminante y difusa, que se concentra, claro está, pero en la cual el foco es difícil de hallar. Pensemos en las miles de fábricas, gases, modificaciones de temperatura, vertidos urbanos, sustancias químicas usadas para el ganado y la agricultura, pudiendo seguir mucho más. El enemigo está en todas partes y es muy complicado de asir.

Entonces volvemos a lo que llama nuestra atención, la supuesta fecha de origen. Y si nos arriesgamos podríamos poner como mojón las revoluciones industriales en occidente, aunque el siglo XX y lo que va del XXI han visto niveles de contaminación de agua sin precedentes. Así que bien podemos decir que semejante flagelo es un producto de la modernidad.

Contaminación del agua en rios, mares y lagos

La contaminación del agua está íntimamente ligada a que se suele utilizar ambientes acuosos como reservorios de desechos. Pensemos en esa imagen tan mentada y repetida de la planta con enormes chimeneas cerca de un lado, lagunas artificiales o mares. Ello tiene toda una explicación que ya ha sido explanada anteriormente. Los vertederos humanos a veces son lagunas o arroyos, cuando no baldíos que por la proliferación de sustancias se convierten en ambientes llenos de líquidos tóxicos. Si esa realidad llega a una napa subterránea, se adosa a algún meandro o conducto que culmina en un sitio con agua ya sabemos las conclusiones.

Es que el mar muchas veces es usado como sitio en donde culmina la basura por comodidad o auténtica negligencia de compañía de todo tipo. Asimismo, métodos químicos que necesitan del agua como aporte o como forma de controlar su toxicidad contraen corolarios similares. De esa manera, paso a paso, vamos creando una explicación pertinente del por qué de la contaminación de ríos, mares o lagos. Asimismo, el ejemplo de las escorrentías es muy claro, cuando el agua se lleva todo lo que tiene los sedimentos, entre ellos químicos que se esgrimen con el ganado o en la agricultura. Se vislumbra cómo partiendo poco a poco, los focos de contaminación del agua proliferan sin cesar. Una gran sensación de vértigo y zozobra arremete cuando la persona se introduce de modo crítico en este mundo.

Cuáles son las consecuencias de la contaminación del agua

Y la multiplicidad de focos infecciosos tiene como corolario lo análogo a nivel de las consecuencias. Si se utilizan sitios acuosos como reservorio de desechos o el agua para disminuir temperaturas de plantas químicas o nucleares, naturalmente el riesgo inminente es que esos ecosistemas se vean absolutamente afectados. Habrá en casos de mares o ríos migración de animales, muertes de muchos, mutaciones en casos extremos, además de la reproducción de algas y la eliminación de oxígeno. Hablamos de problemas de reproducción, debilitamiento de especies y mortandad elevada.

Pero seamos un poco egoístas y pensemos en el hombre, a pesar que éste es el que genera toda esta tesitura. La primer consecuencia del agua contaminada cae, como casi siempre, en los sectores más vulnerables social y económicamente hablando. Porque un niño pobre, llevado por la necesidad, no va a examinar antes de beber los niveles de toxicidad del agua. Los resultados serán desde enfermedades graves como hepatitis o disentería, hasta la propia muerte. Para la humanidad en la globalidad hablamos de problemas en el consumo a nivel ocio o recreación y, sobre todo, en procesos de alimentos o industriales (que generan contaminación). Por último, hablamos de un entuerto profundamente existencial porque para vivir es indispensable el agua. Seres líquidos que por simpatía y necesidad anhelan el agua preciada. Así que las consecuencias son muchas y es necesario actuar porque la raza humana está en riesgo.

Cómo se reduce la contaminación del agua

No nos gusta irnos con un sabor agrio, por más que la problemática no amerite a mucho más. Es que nos acostumbramos a las películas de final feliz o algo más o menos por el estilo, aunque sea como paliativo, pero también como estímulo cuando nos enfrentamos a la realidad. Así que aquí diremos algunas soluciones para reducir la contaminación del agua, desde algo bien macro hasta lo cercano y asequible para cualquier buen ciudadano. Siempre se puede hacer algo y, si existe semejante posibilidad, la acción es la única alternativa, siempre y cuando haya un rescoldo moral en nuestro interior.

Sabemos que el agua es ambivalente para el hombre: por un lado el bien más preciado y necesario; por otro, el más ninguneado e infravalorado, ya que se hace de ella lo que se quiere, por lo general algo malo. Leyes a nivel nacional y mundial deberían poner coto a la actividad abusiva de empresas que vierten residuos industriales, químicos y nucleares, así como otras que tienen en sus procesos el agua como ingrediente vital. Lamentablemente la realidad nos demuestra que si la normativa existe, al mejor estilo protocolo de Kioto, las multinacionales y cualquier organismo competente hacen caso omiso.

Pero vayamos a lo más terrenal: el hombre y sus menesteres. Hay un sinfín de actividades que podemos llevar adelante para que el agua se vea menos contaminada. Y recordemos con todo ahínco: que el otro no lo haga no da excusa para no realizarlo, tanto como su contrario. En ese sentido, hay que tener un especial cuidado por elementos tóxicos como pinturas, aceites de autos, sustancias de limpieza y por el estilo, ya que tirarlas en ambientes acuosos pueden tener como corolario grandes consecuencias, a veces poco imaginables para uno. Asimismo, si hay un arroyo, lago o cualquier sitio con grandes cantidades de agua, lo mejor es no tirar desechos, y hablamos de lo más grande hasta un papel o envoltorio de chocolate.  Por otra parte, la basura se desecha en forma conveniente, con los recipientes idóneos y en los sitios correctos. Además, no es malo conocer lo que es simplemente biodegradable, de lo que no es, ya que lo último contrae problemas ambientales si se lo deja de cualquier forma.

Así se puede ver como pequeños recaudos germinan en grandes acciones. Es muy simple: poco importa si el prójimo no realiza su tarea, uno lo va a hacer por la sencilla razón que debe ser así. Hay un hermoso truco para imponerse la obligación: pensar que la propia norma de uno o conducta se transfigura en una ley universal. Entonces no voy a querer algo que me afecte, ya se sería tonto e ilógico. Un artilugio hermoso para ser más consciente que estamos ante un gran problema y que es sustancial darle solución. Incluso pensando más allá del límite de nuestras vidas; es algo que atañe a todas las generaciones. Siempre y cuando queramos seguir viviendo en este bello planeta llamado tierra.

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