Coplas cortas Populares con Rimas para niños y adultos

Actualizado noviembre 8, 2018

Las palabras nos rodean, son parte de nuestro ser y del mundo. Muchas de ellas, sin embargo, tienen cierta métrica o musicalidad, como las coplas, un arte antiguo y accesible para todos. A continuación, en sintonía con lo anunciado, te presentamos coplas cortas populares con rimas para niños y adultos.

¿Qué es una Copla?

Una copla es una composición poética sujeta a rima y si decimos que está sujeta a rima es porque hay semejanza o igualdad entre determinadas palabras, que le da cierta musicalidad. En rigor, la copla consta de tres o cuatro versos de arte menos, que generalmente son octosílabos. Los más genéricos suelen tener rimas asonantes, es decir, por coincidencia vocálica, en los versos pares y no en los impares (pero también existen los de rimas consonantes, naturalmente). La palabra copla proviene del latín cópula y antiguamente era asociada a un arte menor, sumamente popular, desde la época del medioevo (naturalmente no fue siempre así y menos en la actualidad).

En un lenguaje y en una época donde la oralidad, a diferencia de la actualidad, poseía una importancia enorme, cualquier palabra sujeta a verso, rima o métrica suele ser sumamente provechosa en la retención, en la construcción de una memoria social. No es de extrañar, por lo tanto, que en el presente exista todo un género asociado a los niños y su mnemotecnia.

Ejemplos de coplas para niños

Tírame la lima, tírame el limón, tírame las llaves de tu corazón.
En la vida hay seis pilares que tú los debes seguir, siembra siempre el respeto y en tu vida sé feliz.
Naranja dulce, limón partido, dame un abrazo que yo te lo pido.
Tus ojos morena, se parecen a ti, porque pestañean como un colibrí.
La gallina cenicienta que en el cenicero está, ella se encenizó ¿quién la desencenizará?
El cielo es de cielo, la nube de tiza, la cara del sapo me da mucha risa.
Esta mariposa está sentada en la cocina haciendo chocolate para su sobrina.
Raro es, raro es, que estornudes con los pies.
Yo no sé qué dice el viento, yo no sé qué dice el mar, mas cuando siempre miro el horizonte comienzo a llorar.
El gato y la gata se van a casar, y no hacer la boda, por no tener pan.
Levántate, Filomena, y hazme el café sabroso, échale a la cafetera agua fresquita del pozo.
Al atardecer canto una alabanza al cielo, mas no tengo mi rima, entonces yo me lamento.
Entre dos olas de mar suspiraban dos sardinas y en el suspiro decían, ¡mira el delfín como camina!
Un zorro pasó volando encima de la laguna, y los patos se admiraban, al verlo volar sin plumas.
En lo más hondo del mar, suspiraba un tiburón, y en el suspiro decía, ¡quiero comerme un melón!
Volarán las amarillas calandrias de los nopales, ahora cantarán alegres, los pájaros cardenales.
Naranja dulce, limón partido, dame un abrazo bello que siempre te pido.
En la casa de Pinocho solo cuentan hasta ocho: uno, dos, tres cuatro; cinco, seis, siete y ocho.
Al pasar por la ventana me tiraste un limón, ya no me tires otro que ya me hiciste un chichón.
Hipo, hipo, si no te vas te destripo.

Ejemplos de coplas cortas populares

Para mi todo es bonito, para mí todo es igual, soy un hombre afortunado que canta siempre al despertar.
Mi memoria no olvida, mas sí puedo perdonar, cada vez que recuerdo mis ojos se ponen a llorar.
Todo mi ser ha amado a aquel que con desprecio me vio, aunque mis pesares yo he olvidado mi dolor nunca cesó.
Todo lo que pido es un deseo, que me abrace por la noche y sea al despertar mi ensueño, para que mi risa pueda mantenerse más allá del simple recuerdo.
Mis anhelos nunca he perdido, mas mi camino he cambiado, pues los senderos se bifurcan pero mi alma aún sigue esperando.
Aquel amor de verano que jamás he olvidado, hoy quisiera reencontrarlo, para recuperar los motivos de ese amor demorado.
Entre más pienso en lo perdido, más vivo el presente, pues lo perdido ya se ha ido y el presente aún late en mi ser asiduamente.
La cigarra canta y canta, y en su cantar me dice su dolor y pena, mas yo no logré adivinar semejante pesar y me apena.
Mi amor esperanzador, ya se ha esfumado, pues con el tiempo he aprendido, que lo pasado se ha marchitado.
Cuando mi corazón siente mi boca calla, cuando mi mente piensa mis labios cantan.
Estoy cansada de esperar, para que tu amor me elija como antes, mas prefiero olvidar todo tu desprecio errante.
Vuela al aire tu mirada y no se fija en mis ojos, pestañean tus pestañas y no reparan en mí, tengo en alocado empeño de andar siempre tras de ti.
Pajarillo, pajarrillo, pajarillo bandolero, con ese cantar que tienes, te pareces al jilguero.
Coplas vienen coplas van, coplas no me han de faltar, coplas salen de mi pecho como ovejas del corral.
En la punta de aquel cerro yo he clavado mi facón, así calvaste tus ojos, adentro de mi corazón.
A mi vino lo derramo en la tierra en carnaval, para que beban mis abuelos enterrados en el Ceibal.
Un zapatero fue a misa y no hallando qué rezar, buscaba por los altares, zapatos que remendar.
Desde que te vi venir, le dije a mi corazón, qué bonita piedrecita para darme un tropezón.
El anillo que me diste, fue de oro y se quebró, el amor que yo te tuve fue de agua y se derramó.
Si te pega tu marido, no te debes enfadar, te pega porque te quiere, porque te quiere, el maldito, pegar.

Ejemplos de coplas divertidas

Panza arriba estoy tirado, en el catre de mi abuela, hoy estoy muy desganado ni ganas tengo de ir a la escuela.
Zoquetes y tiradores, lentejuelas de hojalata, me visto con poca ropa porque no tengo mucha plata.
Tengo un sapito que salta todos los días en los charcos, come moscas y mosquitos, y a ninguno les hace asco.
No tengo ganas de verte, ni siquiera de costado, ya te lo dije mil veces, vos me tenés cansado.
Un pañuelo en la cabeza, una corbata en el cuello, medias hasta la rodilla y hasta la cola el cabello.
Mira si sos caradura, mira si sos sinverguenza, no me pidas prestado que ya voy a perder la paciencia.
Tengo ganas de comer pan dulce con mermelada, chocolate bien caliente y riquísimas tostadas.
A mi perro inteligente, voy a procurarle cría, le teme a los delincuentes, pero muerde a la mujer mía.
Yo fui a la ferretería, a comprar bastimento, es tanta la carestía que ni un queso tenían.
Se te ha secado la sopa y se te quemó el arroz, ahora te haces la tonta, y me das té con limón.
Hoy te llevaré al teatro, o mejor te llevaré al cine, pero suelta ese perro santo para que la casa nos cuide.
Ayer pasé por tu casa, y me hiciste una seña, tu madre también me la hizo con un palote de leña.
Al pasar por la ventana, me tiraste una flor, a la próxima cariño, que sea sin maceta por favor.
Cantando se quita el frío, rascando la rasquera, y comiendo queso también se quita la cagadera.
Estando de gracia con Dios, me dio a esta mujer a mi lado, si esa es la gracia de Él, ¡no quiero conocer la del diablo!
Si tu madre no me quiere, le echo esta maldición: que se pierda su hija, así la encuentro yo.