Actualizado enero 9, 2021
La tierra es un todo dinámico, movedizo y sumamente complejo, un conglomerado de tierras emergidas llamadas continentes rodeada de una enorme cantidad de agua. A continuación presentamos datos e información de los continentes: cantidad, historias, nombres y mapas.
Diferentes modelos que definen la cantidad de continentes
Suele considerarse a los continentes como grandes extensiones de tierra, que se diferencian por conceptos geográficos como océanos y hasta culturales como la misma etnografía o la historia ¿Pero hay acuerdo respecto a la cantidad de los continentes? La respuesta es que no, ya que el mundo en primer lugar, con el movimiento de las mismas placas tectónicas (retazos rígidos de litosfera que se mueven sobre la plástica astenosfera), se modifica, cambia y es dinámico. A eso mismo hay que añadirle los propios criterios humanos, porque así como la placa tectónica es un concepto geológico que marca divisiones claras, lo cierto es que la geografía está emparentada con la cultura y la política, haciendo que la discusión prolifere a la hora de pensar con claridad qué es un continente y cuántos hay. ¿Es lo mismo la compacta África que la prolongada América ocupando casi todo el hemisferio occidental? ¿Y qué queda de Asía y de Europa, los cuales son un continuo de tierra? ¿Decir que Europa es una inmensa península de Asia no es rebajarla de su condición de continente?
Por lo tanto, lo que sí existe es un desacuerdo entre distintos científicos y enseñanzas de todo el mundo a la hora de hablar del número de continentes, por lo que dará como resultado diversos modelos, tomando distintos criterios. A continuación se cuentan algunos de ellos:
- Si simplemente se consideran los continentes poblados, en el sentido de habitantes fijos, aquellos son cinco: África, América Asia, Europa y Oceanía. La Antártida se excluye en este modelo, porque su población es escasa y suele estar en rotación.
- Si se deja de lado el hecho de que la Antártida no cuenta con población fija y propia (se dice que tiene menos de 200 residentes permanentes) y sí es una auténtica gran extensión de tierra por más que esté mayormente cubierta de hielo, el número asciende a seis. África, América, Antártida, Asia, Europa y Oceanía.
- Si América deja de ser entendida como un único continente y se la divide en dos con América del Norte y América del Sur, se puede tener seis o siete continentes, siempre y cuando se tenga en cuenta o no a la Antártida.
- El número se reduce si a Europa y a Asía se los considera como un enorme continente, Eurasia, y no como dos, ya que no hay una discontinuidad clara de tierra y los límites son más culturales que naturales (sometidos históricamente a gran controversia).
- Si se consideran África, Asia y Europa juntos el número de continentes se reduce de manera sensible. Es que esta enorme masa de tierra, que se denomina bajo el neologismo geográfico de Eurafrasia, es la mayor área del mundo y cuenta con más del 80 por ciento de la población global. Es que, aunque parezca descabellado, a esta enorme formación de tierra emergente no la divide en su interior más que mares y canales, es decir, no hay océanos entre medio, no se necesita cruzar grandes cuerpos de agua salada.
- El número también varía si se tiene en cuenta el último continente descubierto, Zelandia. Sí, Nueva Zelanda y las islas adyacentes son una pequeña parte emergente de un continente que acabó de hundirse en el Pacífico hace 23 millones de años (lo que queda sobre el nivel de mar es solo el 10 por ciento).
- Algunos hablan de Australia como un continente aparte, ya que se diferencia del rasgo insular marcado que tiene el resto de Oceanía.
¿Cuántos continentes hay realmente?
Ya anunciamos que la respuesta a los números de continentes en el planeta siempre estará sometida a discusión, porque los criterios del hombre cambian y el mismo mundo, geológicamente hablando, también lo hace. Sin embargo, hay tres modelos que son aceptados en la mayoría de los casos.
Mapamundi con la versión de 5 continentes
El modelo de cinco continentes cuenta con el enorme respaldo de la Organización de las Naciones Unidas, ya que solo tiene en cuenta aquellos que estén poblados, lo cual hace que la Antártida no sea considerado como tal.
Mapamundi con la versión de 6 continentes
El modelo de seis continentes, que incluye a la Antártida, es bastante aceptado en países de lengua romance como Portugal, Italia y España, extendiéndose en países de América del Sur.
Mapamundi con la versión de 7 continentes
Los países de habla inglesa se rigen por la división en siete continentes, ya que tienden a dividir la América del Norte de América del Sur. Eso, como tantas otras divisiones continentales, no deja de estar lleno de controversias, ya que un país eminentemente hispano como México es parte del segmento anglosajón (además de innumerables naciones pequeñas de raigambre española de lo que se suele considerar América Central).
Origen de los continentes y sus cambios
Alfred Wegener desarrolló su teoría de las derivas continentales a principios del siglo pasado a partir de observaciones empírico-racionales (por ejemplo, que las masas de tierra encajaban como rompecabezas o que había formaciones rocosas de la misma naturaleza y edad en distintos continentes), ya que en verdad fueron unas buenas décadas después con la tectónica de placas en donde se pudo comprobar con absoluta certeza que los continentes cambian. Sí, estas enormes formaciones de tierra son dinámicas y eso va más allá de los simples criterios o disposiciones humanas que intervienen en la lectura. De hecho, en la actualidad se ha llegado a explicar al movimiento de los continentes y sus conformaciones nuevas como tirones tensos y fuertes que duran muchos años, de alguna manera graduales y, finalmente, un desplazamiento más rápido creando océanos entre las masas de tierra (pensemos en un trozo de harina que requiere tenacidad y fuerza para dividir de manera inicial, pero que luego, cuando se estira lo suficiente y es fina, es muy fácil de separar).
La historia de los orígenes continentales se remonta a un pasado remoto, hasta los 4000 millones de años, con la solidificación de la corteza terrestre. Hace 700 millones de años dos enormes paleocontinentes como Panáfrica y Baikalia (antes existieron otras formaciones) comenzaron a unirse para formar la conocida Pangea. Un proceso de formación lento y un continente que se dividía en las versiones «paleo» de América del Norte, Europa y Asia; y Gondwana que incluía las actuales América del Sur, África, Australia e India hace 500 millones de años. 400 millones de años atrás Europa y América del Norte se unieron, luego, 280 millones de años en el pasado, Gondwana se enlazó a América del Norte y Europa, y esta última hizo lo mismo con Asia hace aproximadamente 230 millones de años dando lugar así a ese único continente denominado Pangea. De alguna manera aquí, en este estado de los continentes, tenemos una gran extensión unida de tierra rodeada de un solo océano denominado Pantalasa. Para muchos especialistas, desde el punto de vista geológico, Pangea era mucho más alto que todos los continentes modernos y Pantalasa mucho más profundo que todos los océanos actuales. Asimismo, esta realidad puede explicar lo escasamente tranquilo que era este mundo, produciendo masivas erupciones volcánicas, quemas forestales y gases tóxicos que se propalaron tanto en tierra como en mar.
Sin embargo, esa situación de conglomeración duró una gran cantidad de millones de años y comenzó a producirse una fractura, un proceso sumamente prolongado en el tiempo que tiene como corolario la realidad actual de los continentes. Para algunos a partir de los 175 millones de años atrás, para otros mucho antes, en un período que va de 245 a 64 millones de años en el pasado y dividido en distintas etapas, es decir, prácticamente toda la era mesozoica.
- En primer lugar se forma un rift (zonas de la corteza terrestre donde aparecen fisuras por la divergencia de las placas tectónicas) entre Laurasia y Gondwana. El océano Atlántico, en expansión, separó América del Norte de África, seguida de otra división entre América del Norte y América del Sur. Recordemos que Laurasia era si se quiere la parte norte de Pangea, en la cual se podían vislumbrar las actuales América del Norte, Europa y Asia.
- En segundo lugar hay movimiento y ruptura en el interior de Gondwana. La Antártida y Australia, suturadas, se separaron de América del Sur y África; la India, por su parte, se fragmentó de Gondwana y comenzó su movimiento hacia el norte.
- En tercer lugar Sudamérica y África comenzaron a separarse, el extremo oriental del mar de Tetis (recordemos que Pangea era como una suerte de C o U) se cerró por la rotación de Laurasia y el movimiento de África hacia el norte, siendo este desplazamiento la génesis del mar mediterráneo.
- En cuarto lugar, ya al final de la era antedicha, Australia y Antártida ya se habían separado, la India había llegado a la mitad del Ecuador casi, América del Sur y África se habían dividido de manera sensible, Groenlandia no era parte de Europa y un rift alejaba a esta de América del Norte, para formar una masa de tierra aparte, siempre anexada a la actual Asia.
Para culminar, un rasgo curioso de la fractura de Pangea en lo que es la actual división de continentes y océanos es que el planeta perdió tierra emergente. Se estima que con la unión en Pangea había aproximadamente 200 millones de kilómetros cuadrados y en la actualidad, con absoluta precisión, estamos hablando de 148.940.000 kilómetros cuadrados. Es decir, cuando se piensa en la fractura de ese enorme continente no hay que hacerlo a modo de piezas de rompecabezas que se disponen de otro modo, ya que en este largo proceso hubo tierras que terminaron hundiéndose en el fondo del océano por el mismo movimiento de las placas tectónicas (Zelandia es un brillante ejemplo).
Nombre de cada continente
Los nombres de los continentes pueden decirnos mucho de su historia. Si bien en este sentido se peca de etnocéntrico, lo cierto es que la primera diferenciación sobre el concepto de continente provino de los navegantes griegos, ese pueblo mucho más amplio de lo que se conoce en la actualidad como estado griego y tan inquieto desde tantos puntos de vista. Ellos fueron los que nombraron, teniendo como centro del mundo al mismo mar Egeo, a Europa y a Asia, cada uno en direcciones opuestas. Y si el Egeo dividía Europa hacia el oeste y Asia al este, ¿qué quedaba de África? Conocida por entonces como Libia (los escritos de Herodoto son claros al respecto) terminó siendo considerada también como un continente aparte de los dos nombrados anteriormente. Sí, en aquellos entonces el mundo era tripartito desde el punto de vista de los continentes.
Y los nombres de los continentes tal y como lo conocemos en la actualidad surgen de realidades históricas y culturales.
África
África surge como denominación entre los romanos, ya que tras la conquista de la ciudad de Cártago, en el norte de África, durante la Tercera Guerra Púnica, en 146 A.C , los vencedores llamaron así al territorio por la tribu bereber de Afri, quienes vivían en la actual Túnez y Argelia. Afri deriva de la palabra afar, que en bereber quiere decir polvo y tierra. Con la expansión romana en este territorio, y luego de un tiempo, la totalidad del mismo terminó siendo conocida como África (algo de lo que no estaban para nada enterados la enorme cantidad de pueblos que habitaban aquí).
América
El caso de América es bastante conocido, debido a que su nombre proviene del explorador y cartógrafo florentino, Américo Vespucio, quien por lo menos viajó dos veces al «nuevo mundo». Martin Waldseemüeller le dio bautismo de nacimiento al nombre en un mapa de 1507, pero lo emplazó en femenino, ya que ese era el rasgo de otros nombres en latín de los continentes.
Antártida
Este continente que si bien es una masa de tierra está cubierto en su enorme mayoría de hielo, tiene un nombre que solo es un antagonismo del Ártico, que es un océano congelado. Antártida, entonces, quiere decir literalmente opuesto al Ártico. En griego, anti es opuesto y arktikos es Ártico.
Asia
Es muy difícil encontrar la génesis y significado de su nombre. Hay varias lecturas: puede derivar de la palabra asu, que quiere decir este o tierra del sol naciente, en idioma acadio de la antigua Mesopotamia; también de Assuva o Asuwa, mencionado por un rey hitita luego de la victoria en una tierra determinada con esa denominación; y también no se descarta que haya sido un nombre originado en la actual Turquía y que se extendió a todo el este.
Europa
Como primera opción rápida, este nombre proviene de la mitología griega. Europa era hija de Agénor, rey de Fenicia, quien había sido expulsado por el dios de los dioses, Zeus, de la isla de Creta. Asimismo, Europa es asociada a la palabra griega eurys, que quiere decir amplia región y a la fenicia ereb, que es oeste o tierra del sol poniente. Finalmente, se dice que fue mencionado el nombre de Europa en un poema griego del siglo VIII a.C, pero lo llamativo es que no tuvo un uso muy extendido hasta el siglo XVII.
Oceanía
Su nombre fue propuesto por Conrad Malte-Brun, un geógrafo danés de 1812. Puede que derive de Océano un titán hijo de Urano y Gea, el cual gobernaba el océano en la generación anterior a los dioses olímpicos.