Actualizado abril 1, 2020
Sin lugar a dudas la patología del momento, que se ha decretado como una auténtica pandemia, es el Coronavirus. Ya son, al día de hoy exactamente, más de 140.000 casos en más de 140 países y la preocupación aumenta. A continuación, sin embargo, presentamos información, imágenes e infografías sobre el Coronavirus.
¿Qué es el Coronavirus? Para empezar, debemos realizar una corrección, fruto a veces de la falta de información: el Coronavirus, en sentido estricto, es una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones que van desde un resfrío común hasta enfermedades muy grandes o la muerte, como es el caso del Coronavirus provocador del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS- Cov), que se da por supuesto que se contagió hace unos años del dromedario al ser humano, teniendo como punto neurálgico a Arabia Saudita. Lo mismo se puede decir de otra clase de Coronavirus denominado SRAS-Cov o síndrome respiratorio agudo y grave (también se lo conoce por SRAG) que inició en el 2002 en China, afectó 8000 personas en 37 países, provocó más de 700 muertes y que por transmisión zoonótica provino de la civeta hasta llegar al hombre.
Semejante introducción, por lo tanto, fue necesaria no solo porque existen diversos Coronavirus, porque muchos de ellos se presentan en la infancia e incluso otros aún desconocidos hoy los portan los animales, sino debido a que el COVID-19, para ser exactos, es una nueva cepa de coronavirus que antes no se había encontrado en el ser humano. Este caso, que es el que genera en la actualidad una pandemia según el decreto de la Organización Mundial de la Salud, se inició a finales de diciembre del 2019 en la ciudad china de Wuhan, lo cual trajo como corolario desde entonces una repentina transmisión de la patología en diversos países del globo entero. Lo curioso de este tipo específico de Coronavirus (la denominación dimana del hecho de que el virus presenta una forma de corona visualmente hablando) es que su grado de mortandad es menor tanto a la del MERS-Cov como la del SRAS-Cov, pero su letalidad se ve compensada, por decirlo de algún modo, por lo masivo del contagio. Por lo tanto, podríamos definir dicha patología como una afección respiratoria, transmisible de persona a persona, si bien se presupone, como en los casos anteriores, que el origen es animal, sobre todo teniendo en cuenta que los primeros cuadros se asociaron con un mercado de animales vivos en la ya mencionada ciudad de Wuhan.
Desde el momento en que una patología como el COVID-19 se cataloga como pandemia, es vital que todos los países pongan su máximo empeño no solo en el cuidado de los infectados, sino también en la prevención de los aún sanos y en no generar una situación de alarma social desbordante ¿Pero cuáles son los síntomas de dicha enfermedad? En verdad, los síntomas principales son tos, dolor de garganta, fiebre, dificultad para respirar (se denomina disnea), dolor de cabeza, escalofríos y malestar general, secreción y goteo nasal (la diarrea, como síntoma gastrointestinal, es propio del MERS).
En este sentido, los síntomas pueden ser leves o graves como una neumonía. El porcentaje de letalidad, que es bastante bajo en el caso del COVID-19, se registra mayormente en las personas mayores de edad, aquellos que cuentan con inmunodepresión, enfermedades crónicas como diabetes, algunos tipos de cáncer o patologías pulmonares (según expertos, tal y como ocurre con el virus de la gripe).
¿Cómo se propaga esta enfermedad? Como anunciamos más arriba: si bien la fuerte es animal, el COVID-19 en la actualidad se propaga de persona a persona. Se cree que el contagio se produce entre individuos con cierta cercanía física (dentro de seis pies de distancia) y sobre todo a partir de gotas respiratorias, cuando el infectado tose o estornuda. Circula, asimismo, la idea de que se puede adquirir este virus tocando objetos o superficies portadoras del mismo y luego llevándose las manos a los ojos, nariz o boca, aunque esta vía es por lejos la menos principal o decisiva a la hora de hablar de la propagación de la patología.
¿Y las formas de prevención? En la actualidad no se dispone de una vacuna ni de un tratamiento específico para combatir la infección del Coronavirus, por lo que los distintos especialistas conminan en mantener la higiene básica, como el método más eficaz. Los ejemplos son claros: lavarse las manos con frecuencia, evitar personas que han sido diagnosticadas como infectadas, protegiéndose el individuo sano boca, nariz y ojos; eludir sitios donde circula en gran medida el virus, limpieza recurrente de zonas y superficies tocadas; y en el caso de las personas que porten el virus es conveniente una reclusión controlada, guardar reposo, tomar abundante líquido y el uso de marcarillas o pañuelos como cobertura ante el potencial hecho de estornudar o toser. Estas medidas preventivas se hacen absolutamente obligatorias en caso de personas con COVID-19 que padezcan diabetes, insuficiencia renal, neumopatía o inmunodepresión.
Como anunciamos anteriormente, todos estos virus, que son una verdadera familia (muchos de ellos desconocidos, porque solo los portan aún los animales), contienen el término corona porque justamente esa es la forma que presentan microscópicamente. El COVID-19, que es el virus peligroso hoy en día, muestra una secuencia genética que coincide en un 80 por ciento con el SRAS, aunque en un principio bastante menos letal, solo compensado ese rasgo por la gran aceleración de contagio respecto al último.
Las infografías siempre sirven por el hecho de presentar información de una manera rápida, didáctica y apoyándose siempre en imágenes que hacen más claro todo. A continuación presentamos infografías del Coronavirus (COVID-19).
