Actualizado agosto 2, 2017
¿Qué entendemos por respeto? ¿Un comportamiento? ¿Una norma? ¿Personas, instituciones, costumbres? Un poco de todo eso, por tal motivo decimos que su realidad es sumamente compleja. En sentido estricto es una veneración, una inclinación, un miramiento, un dejar hacer; pero con deferencia. Tal vez no compartimos determinada cuestión, pero lo dejamos así porque lo suponemo moralmente loable, positivo o como quiéramos llamarlo. Naturalmente este posteo se aboca a semejante precepto siempre relacionado a las personas y su dignidad. Te proponemos imágenes, frases, e ideas que bien las puedes utilizar.
Imágenes de respeto
No cualquiera se hace acreedor al respeto, pero también la contraparte es igualmente válida: hay que ser respetuoso para semejante regalo. Seguramente si queremos un mundo mejor, más comprensivo, en el que los paradigmas religiosos se cumplan, necesitaremos de esta savia hermosa, que no es nada más que sentimiento en conjunción con moralidad.
A continuación te presentamos un buen cúmulo de imágenes icónicas que tratan de representar el respeto. Sí, sin decir una sola palabra en este caso se puede comprender todo, tratando de genéricamente abarcar los tópicos principales: respeto a las distinciones de tez (la idea de raza no tiene ya asidero), de género, sexo, edad, pensamiento, lo que sea. Porque justamente hay que comprender que el respeto no se basa en un mero dejar hacer, en un no comparto indiferente, sino en una consideración afectiva, dándole igualdad de importancia a posturas ajenas que a las propias. Sin lugar a dudas estamos hablando de una actitud revolucionaria, una que puede modificar absolutamente las reglas del juego para el bien de la humanidad. Un ideal en la actualidad, lejano, que se observa en lontanza; pero por el que se merece luchar y mucho.
Frases de respeto
Si la premisa anterior era dejar hablar a la imagen, en esta achacamos con frases, como anexo, añadido, aclaración y mera centralidad. Palabras que nos llenan de pensamientos, reflexiones que nos pueden venir siempre muy bien. Porque el ser humano debe poseer esa humildad para comprender que es indispensable el aprendizaje, que debe incorporar a cada rato algo nuevo y más si eso conlleva la paz, el amor y concordia de los seres humanos que habitamos este mundo. Naturalmente, aunque el respeto es antropológico, no quita que debemos profesarlo a la naturaleza y hacia otros seres vivos.
Todas esas ideas en conjunción o separadas serán vistas en estas hermosas imágenes que compartimos contigo, querido lector. Un tópico esencial, candente. Como nunca, como siempre.
Pensamientos sobre el respeto
El odio siempre nos sujeta a lo odiado. Sí, parece algo básico, elemental, que pasa por nuestro cuerpo y, sin embargo, caemos en este sentimiento. Es más, podríamos añadir otra cosa: al odiado o lo odiado, salvo que seamos violentos o maldicentes, no le pasa nada y nosotros nos quedamos con toda esa ponzoña. Es mejor la humildad, la tolerancia, el respeto, sentimientos que llenan, que aupan a la humanidad en la conjunción armónica y que nos dan felicidad, naturalmente.
Qué es el respeto, significado, definición y ejemplos
Respeto es una palabra, del latín «respectus», que precisamente quiere decir veneración, atención, miramiento, aquello que se va a vislumbrar nuevamente. Por eso resulta diáfano que un dejar hacer, desdeñar, soslayar son sus contrarios absolutos.
El respeto es un sentimiento básico que debe tener la humanidad primero frente a sus prójimos, luego ante la naturaleza y otros seres vivos ¿Pero cómo sabemos los designios, por ejemplo, de un ave? ¿O de una roca inanimada? La premisa básica en esos casos es un respetar dejando ser, permitiendo que su ser sea como siempre fue. Se supone que la naturaleza es lo que es y así debe ser, admitieno cualquier clase de modificación que dimane de ella. Por eso no nos podemos ofuscar si un león se come una cebra o un huracán destruye un hermoso bosque. Aunque sí si el hombre lo hace, sujeto de moralidad por antonomasia y que se considera perteneciente a otro orden. Estas cuestiones siempre serán debates candentes a niveles filosóficos, jurídicos y antropológicos, claro está.
¿Y el hombre entre sí? ¿Cómo se lo respeta? ¿O de qué manera se entiende ese respeto? Por lo general el respeto emerge ante lo diferente, de ahí que lo asociemos un tanto de manera simple a la tolerancia. Es que lo diverso siempre genera dudas, miedos, zozobras y violencias. Comprendemos, entonces, bajo ese marco, que el respeto es una condición vital de armonía y concordía para la humanidad, algo necesario porque justamente con ese ingrediente la autoafirmación de cada sujeto en su particularidad puede ser un hecho, una realidad palpable.
Pero el respeto va más allá de las diferencias, el respeto debe emerger por el solo hecho de la otredad. Entiéndase que este sentimiento no es paternalista ni un mero otorgar, sino activo, simétrico, dejando de lado cualquier jerarquía. No hay que pensar que el otro es así y algún día llegará a ser como nosotros, hay que amarlo, ponderarlo en su particularidad, como individuo único e irrepetible.
El hombre es un sujeto moral, alguien que trata de determinar continuamente qué es lo bueno y qué lo malo, con tentativas religiosas, formales y materiales. De hecho, se puede anunciar que la moralidad como tópico es iluminista en parte, porque cuando se habla de lo ético en sí mismo se abandona a lo sacro que siempre lo ha cautivado como propio. Por ende, el hombre es el responsable de coyunturas calatimosas y de la necesidad de modificarlas. Las llamadas minorías podrán en algún momento gozar de un absoluto respeto, que es justamente la comprensión de sus diferencias siempre en una base de igualdad.
Ejemplos de respeto básico es el que debemos ofrecer a un adulto mayor por su sapiencia y experiencia, si ese individuo ha sido una persona buena. Respeto también se puede hallar en entender como el otro comprende su género, de qué manera -y la historia lo atestigua-se pueden vivir las sexualidades de múltiples maneras. Respeto es no considerar a la mujer inferior por serlo, solo digna del mundo privado y de los electrodomésticos. Respeto es dejar libre curso a la naturaleza; respeto, en fin, es toda búsqueda de empatía, de un ponerse en los zapatos del otro para cavilar sobre sus modos de actuar, sus creencias, ideas o lo que sea.
Consideramos que este tópico es y será siempre interesante. Pero no se entienda lo interesante como digno de atención por su belleza, historia o profundidad filosófica, sino porque nos permite pensar un mundo mejor, un medrar en ese sentido que no se queda en la mera retórica. Hay guerras, injusticias, intolerancias y violencias de toda clase, tipo; por ende, es indispensable superarnos como humanidad.
Reflexionar sobre el respeto y las ideas conexas debe ser un imperativo categórico. La humanidad occidental en la ilustración (también en otras épocas) poseía un bello precepto: el progreso. Sí, los avances tecnológicos en la comunicación, producción, transporte y ciencia nos hicieron sentir que el humano había llegado muy alto, que todos podían realizarlo (algo etnocéntrico) y que se podía seguir así. Una filosofía que comprendía que la realidad se construye según el antojo humano, que en lo inmediato es fea, irracional y opaca; pero se puede modificar. Una ortopedia absoluta. Y sí: todavía tenemos que considerar al ser humano como perfectible.